Pozo Moro, Chinchilla (Albacete)
Una esquina del monumento

El paraje se encuentra prácticamente en la confluencia de dos importantes vías prerromanas, la Heraclea y la que conducía a Cartagena y curso del río Segura, por donde desde el siglo VIII-VII a.C. penetraron influencias culturales procedentes del Mediterráneo oriental.

Relacionada con un antiguo poblado en el entorno de Chinchilla, la necrópolis tiene su fecha más antigua a finales del siglo VI a.C., cuando fue levantado un monumento funerario en forma de torre de más de 10 metros de altura. Estaba rodeado por un muro bajo cuadrangular, de lados incurvados. Dentro del recinto una sepultura de incineración acompañada de vasos griegos fue la última morada de un hombre poderoso cuya memoria se transmitió a través de una magnífica construcción: la tumba estaba cubierta por una estructura escalonada de sillares sobre la que se levantaron tres cuerpos también de sillares, dos con leones en las esquinas con una función apotropaica: sentados y con las fauces abiertas en actitud de amenaza hacia posibles profanadores de la sepultura. Distintos relieves, presididos por la imagen de una diosa sentada entre flores de loto, la fenicia Astarté, relatan una historia mítica: las hazañas de un hombre que se presenta con penacho de plumas, faldellín corto y ancho cinturón, que tras vencer diversas dificultades (escenas del árbol de la vida y del banquete de los animales) se une a la diosa, adquiriendo una posición heroica y divinizada. El relato se ha relacionado con las hazañas del sumerio Gilgamesh y el griego Heracles.

Este monumento es una de las más importantes construcciones ibéricas peninsulares. Se sitúa en un tiempo de transición entre las primeras influencias orientalizantes y la cultura ibérica plena ya en el siglo V a.C. Su descubrimiento no solo permitió comenzar a fechar la escultura ibérica, sino también conocer aspectos tales como la ordenación de las sepulturas en los espacios funerarios, las jerarquías sociales y la existencia de monarquías de carácter sacro. Sus modelos fueron orientales y norteafricanos.

Los registros de la necrópolis permiten apreciar la continuación en el tiempo del cementerio: fue iniciado con la construcción del monumento en forma de torre y el recinto que lo rodeaba (témenos), en la fase II fueron construidos cuatro túmulos funerarios y se depositaron algunas tumbas en hoyo; durante la III nuevas tumbas llenaron el espacio, superponiéndose a las preexistentes, al igual que ocurrió en la fase IV en la que se documenta la llegada de las primeras influencias itálicas desde los últimos años del siglo III a.C. En el siglo I de la era todavía era utilizada como cementerio. Más tarde, ya en el siglo VII, nuevas tumbas ocuparon algunos de los espacios sobreponiéndose a otras más antiguas.

Historia:
Necrópolis situada al oeste del Cerro Vicente, cuyo entorno era nombrado en 1794 como lugar de paso de la vía antigua. Llamó la atención para la investigación a partir de 1970 cuando aparecieron algunas esculturas. En las primeras campañas fue descubierta una tumba monumental ibérica, a la que siguieron otras situadas a su alrededor, sepulturas ibéricas simples en hoyo, tumbas romanas, y finalmente inhumaciones visigodas.

Actualmente no hay estructuras visibles, la construcción monumental se conserva en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid).

Recomendamos:
No existen estructuras visibles, sí puede apreciarse el paisaje en el que se erigió el monumento, que era visible desde muchos kilómetros a la redonda como un símbolo de poder. Desde la laguna de Pétrola hacia Horna por la CM-3255, tomando el camino hacia Aldeanueva junto el punto K. 9,237, se llega al yacimiento tras recorrer 7,455 km., en un paisaje de relieve bajo y vegetación autóctona de matorral.


Materia o contenido: Arqueología ibérica, romana y visigoda
Director: S. DE LOS SANTOS 1970, M. ALMAGRO GORBEA 1971-1973 Y 1979, Y M. ALMAGRO GORBEA Y L. ALCALÁ-ZAMORA 2000.


Visibilidad y accesibilidad*:
Fácil acceso en coche Accesibilidad al conjunto Acceso a discapacitados Paisaje



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Imágenes:

Pozo Moro Pozo Moro Pozo Moro Pozo Moro

Planos:

Pozo Moro

Para saber más:

- Museo Arqueológico Nacional
- Red Digital de Colecciones de Museos de España


Bibliografía básica:

- Alcalá-Zamora, L., La necrópolis ibérica de Pozo Moro, Real Academia de la Historia, Madrid, 2003.

- Almagro-Gorbea, M., “Informe sobre las excavaciones de Pozo Moro (Chinchilla, Albacete)”, Noticiario Arqueológico Hispánico, Prehistoria 5, Madrid, 1974, 377-383.

- Almagro-Gorbea, M., “Pozo Moro y el origen del Arte Ibérico”, XIII Congreso Nacional de Arqueología (Huelva 1973), 1975, 971-686.

- Almagro-Gorbea, M., “La iberización de las zonas orientales de la Meseta”, Simposium Internacional sobre los orígenes del Mundo Ibérico, Barcelona, Ampurias, 38-40, 1976, 93-156.

- Almagro-Gorbea, M., “Los relieves orientalizantes de Pozo Moro”, Trabajos de Prehistoria 35, 1978, 251-278.

- Almagro-Gorbea, M., “Pozo Moro. El monumento orientalizante, su contexto socio-cultural y sus paralelos en la arquitectura funeraria ibérica”, Madrider Miteilungen 24, 1983, 177-392.

- Almagro-Gorbea, M., “Pozo Moro 25 años después” REIb 2, 1996, 31-63.

- Bendala Galán, M. y Blánquez Pérez, J., “El origen de la Cultura Ibérica y un par de notas sobre su arte”, Íberos: Actas de las 1as. Jornadas sobre el Mundo Ibérico (Jaén 1985), Jaén, 1987, 9-18.

- López Pardo, F. La torre de las almas: un recorrido por los mitos y creencias del mundo fenicio y orientalizante a través del monumento de Pozo Moro, Gerión, vol. 24, extra 10, 2006.

- Prieto Vilas, I. “El recorrido en torno a la sepultura turriforme de Pozo Moro y secuencia narrativa de sus relieves: algunas propuestas”, Espacio, Tiempo y Forma,Serie II Historia Antigua, t. 13, 2000,325-326.

- Reverte, J.Mª. “La necrópolis de Pozo Moro (Albacete). Estudio anatómico, antropológico y paleopatológico”, Trabajos de Prehistoria 42, 1995, 195-282.